viernes, 21 de marzo de 2014

Te puede pasar a ti. 2.



     La cinta versa no sobre homosexuales. Si no sobre, nótese el sustantivo, personas homosexuales. Estas personas explican sus viviencias, lo que produce una narración eficaz, al ser breves, directas y estar editadas con orden. 

   El género suele denominarse "documental sin reconstrucción". Como anécdota sobre este género, podemos remontarnos al año 1973, en que dos jóvenes cineastas, Barbet Schroeder y Néstor Almendros, se desplazaron a Nigeria para filmar al nuevo Presidente, Idi Amin Dada. Estaban aterrorizados porque, ya entonces empezaba a hacerse público que el dictador se comía a quienes entendía arbitrariamente que eran traidores. Por ello, ninguno de los dos se había atrevido a prepararle un formulario de preguntas.
    -¿Qué hacemos?- inquirió Néstor.
    - Dale el micrófono, empieza a rodar y déjale hablar. "Por la boca muere el pez".

   La idea inmediata que sugeriría la sinopsis expuesta antes es que no es una película comercial. Efectivamente, no lo es.

   Pese a no ser comercial, no se puede negar que tenga momentos brillantes. Juan M. Cotelo, documentalista especializado en temas religiosos, acierta porque tiene con buenas compañías, como Rubén, o Mª Ángeles. Personas cuya sinceridad pasa la prueba de quedarse expuestos.

     En "Te puede pasar a ti 2",  encontramos instantes en que surge la magia, momentos que los entrevistados transmiten algo sustancial:

    1. Así, la reflexión inicial, por la que se nos explica como en la discriminación de un homosexual, se sigue exactamente el mismo mecanismo psicológico que cuando se discrimina a un cristiano, en los países en que los cristianos son minoría.

    2. En los testimonios sobre la atracción o la adhesión a la persona de Cristo, punto común en todos los testimonios, se desprende que el Señor no les invita a que dejen de ser homosexuales, es decir, que le pide a Rubén que le atraigan las mujeres, ni  a Mª Ángeles, que tenga tendencia a los hombres, sino que les interpela a que vivan la castidad partiendo desde esa tendencia A veces, ni eso, sino que se percibe un sencillo "Déjate llevar".


   3. Se aprecia que, para no escamotear ningún medio, pues el hombre es cuerpo y alma, se utilizan incluso dinámicas terapeuticas, por ejemplo las que se basan en transmitir la fuerza del grupo al individuo. 

    El documental nos anima a declararnos ateos de ese dios falso que a veces se nos presenta, o que nos presentamos, como un dios castigador o triste.

   Y propone un deseo final, que un día en la plaza de San Pedro se despliegue la imagen del rostro de un santo homosexual  Y, ¿Por qué no?

viernes, 14 de marzo de 2014

Revisitando el árbol de la vida.


                                                                                                                                   Fox Searchlight                                                                                              
                                                                                         
   El árbol de la vida es quizá la película más controvertida de lo que llevamos de siglo XXI. En ella, se puede apreciar un marcado enfoque cristiano. Ya el título, extraído del libro Génesis y otros libros del Antiguo Testamento, y del Apocalipsis, nos sitúa en este plano. El símbolo del árbol de la vida tiene dos significados en la película. Cuando lo utiliza el padre, es cada hijo creciendo fuerte, con salud. Cuando lo hace la madre, se refiere al Cielo.


   La cinta muestra con diversas pinceladas impresionistas la vida de una familia de una pequeña población de Texas durante la década de 1950. La familia está formada por el padre, la madre y tres hijos. Uno de los hijos muere trágicamente. Todo lo cual es narrado por el hermano mayor, desde sus recuerdos ya adulto, rodeado de los cristales y los ascensores de un rascacielos.


   De toda la película destaca una breve secuencia, la cual funciona como una pequeña película autónoma dentro del largometraje. Dura tan sólo diecisiete minutos. Narra la creación del mundo. Describe los hechos que reflejan las teorías más materialistas de la ciencia (el big bang, el evolucionismo), pero sucediendo dentro de la creación, por la voluntad de Dios que crea. La imagen está generada por ordenador y se atribuye al veterano Douglas Trumbull. Técnico que ya estaba jubilado, pero que una llamada de Malick le hizo inmediatamente incorporarse al equipo.


   La secuencia comienza con grandes explosiones galácticas, con absoluto silencio en la banda sonora. Una gran luz, monofocal, que no permite ser penetrada por la mirada, entra y sale del campo visual pero el espectador, sin darse cuenta, no deja de buscarla. Flotando en el espacio nos acercamos a una galaxia, es la Vía Láctea. Volcanes con grandes erupciones, una danza de lava y polvo adoptando diferentes formas y matices. Aparece el agua. Luego, unas formas amorfas y genéricas de vida protozoica. Tras ella, aparece vida submarina más compleja, algas, medusas. A continuación, vemos una célula que se vasculariza y comienza a palpitar, es el inicio de la vida celular. Termina la secuencia con dinosaurios animados con ordenador y el impacto de un meteorito en la tierra.


   Sin duda, situar las teorías materialistas sobre el origen del universo y de la vida dentro del plan creador de Dios, es decir, dentro de las causas segundas de la Creación, como sostiene Charles Moeller, es compatible con el núcleo del Génesis. No sucede lo mismo a la inversa, un evolucionista ortodoxo no puede aceptar la fe de las religiones con Revelación, por cuanto entiende que la muerte, el dolor, no se introdujeron por un desorden, por un pecado en el origen, sino que es el alto precio que hemos de pagar para dejar de ser género y pasar a ser individuos irrepetibles, es decir, vencedores en la lucha de la evolución.


   En cualquier caso, la escena de la Creación que nos ofrece la cinta es hipotética, pero produce un cierto desconcierto poético, es bellamente atrayente … es bella. Estos diecisiete minutos se pueden ver en familia, pues la secuencia es breve y didáctica. La cinta está editada en DVD y Blue-Ray. Hay quien ha comparado la secuencia central con el 2001 Una Odisea en el Espacio (1968), pero tratándose de una animación, se asemeja más a las danzas de formas y colores de Fantasía (1940) y otras producciones Disney.


   La idea central de toda la película gira en torno a las funciones de los hombres en la creación en cuanto custodios, y de los padres en particular, asociados al Creador, cuya responsabilidad se juega en cada instante, vida a vida. De ahí las sensaciones que muestran, tras el fatídico accidente en que pierden a uno de sus hijos. Los paralelismos con el Libro de Job son elocuentes: las visitas de los amigos para consolarle, el racionalista “Te quedan los otros dos”, “La vida sigue”; el consolador emocional, “Dios envía moscas a las heridas que Él debería curar” y el teológico “Ahora está en las manos de Dios”. “Siempre ha estado en sus manos”, la madre señala que el dolor lo está pasando ella, “Sólo quiero que se me lleve al Cielo para estar con mi hijo”. La plegaria de la madre “¿Quiénes somos para Ti?”, interpelante como consciente asociada a la creación: “Contéstame”. Plegaria superadora finalmente, despidiéndose del hijo hasta el árbol de la vida, hasta el Cielo.


   También la relación con Dios del hijo que narra la historia que ha fluido  por la familia: “Me hablabas a través de mi madre ya antes de nacer”. La belleza de la escena de la creación es comparable a la de la llegada al Cielo de los miembros de la familia y cierta sorpresa sobre las identidades de los personajes que el espectador ha ido conociendo durante el metraje, incluyendo la del hijo narrador.


   Encontramos otros alicientes en la cinta, así ver a Brad Pitt en un papel distinto al que nos tiene acostumbrados, con gesto serio, es el padre concienzudo, punto de referencia de seguridad de la familia. La madre, cariñosa y dulce, la interpreta Jessica Chastain. El reparto principal, lo completa Sean Penn, el hijo que crece y explica lo sucedido como un recuerdo.


   El aclamado autor de La Delgada Línea Roja (1998) experimenta una maduración en su cine a través del tiempo hacia caminos espirituales y, en particular, hacia el cristianismo. Desde Malas Tierras (1973), que mostraba el nihilismo de una adolescente y de un sociópata huyendo en coche hasta morir, y Días del Cielo (1978), que trata de un triángulo amoroso (así definía el argumento de esta cinta su director de fotografía, Néstor Almendros, el oscarizado técnico señalaba eso: “un trío, sin más”). Pasando por El Árbol de la Vida, hasta la reciente Lawless (2013), Malick muestra el recorrido de un autor honesto, que se va planteando de forma natural cuestiones espirituales y va caminando hacia el cristianismo. Es un camino edificante.
                                                     Publicado en Aleteia, http://www.aleteia.org, 19-2-2014.

domingo, 9 de marzo de 2014

Cuando todo está perdido.

                                                                            Universal Spain


    El tripulante solitario de un velero que navega por el Océano Índico, despierta una mañana y comprueba que la embarcación ha recibido el impacto de un objeto desprendido de la cubierta de otro barco. Como consecuencia, se ha abierto una brecha de importantes dimensiones en el barco. El marinero ha de hacer todo lo posible por salvar vida pues, si nada lo remedia, la embarcación se hundirá.

   Recientemente han aparecido películas de este género. La intriga "contra reloj". Personas que han de ir a gran velocidad para que no suceda lo que parece inevitable. En Corre, Lola, Corre (1998), la actriz Franka Potente tenía 20 minutos para encontrar el dinero y pagar el rescate de su novio secuestrado. En Apocalypto (2006) un joven indio debía escapar de los guerreros mayas y llegar a tiempo para rescatar de un pozo a su familia, habiendo dejado días antes a su mujer a punto de dar a luz. Hitchcock utilizaba cruelmente este recurso para hacer empatizar al espectador con el criminal. Así, muchos respiramos aliviados cuando acabó de hundirse en el pantano el coche con el cuerpo de la mujer asesinada de Psicosis (1960).
   Los fans españoles de Robert Redford, el galán más progre de Hollywood, recordarán sus frases más célebres surgidas de su estrecha colaboración con Paul Newman en los títulos de Dos hombres y un destino (1969) o El golpe (1973). Pero probablemente las recordarán en español y con la voz de otro porque, a diferencia de Latinoamérica, en España hay tendencia a doblar las películas.
   La voz de un actor, tan característa en Redford, lo hace reconocible, es un rasgo de su persona. Eliminándola, se despersonaliza. El realizador de Cuando todo está perdido decidió exluir todos los diálogos de Robert Redford. Por ello, el público sigue la trama con tensíón. Empatiza con el tripulante de la embarcación, porque en ese barco que está incomunicado en medio del océano y que se va a hundir irremediablemente, no va un individuo concreto, sino que a bordo se encuentra todo el género humano.

   Ganadora por el trabajo de Alex Ebert del Globo de Oro a la mejor banda sonora original y nominada al oscar al mejor montaje de sonido, la cinta mantiene al espectador en su asiento pendiente de intriga en progresión creciente. El director es J. C. Chandor. Apúntense ese nombre.