domingo, 9 de marzo de 2014

Cuando todo está perdido.

                                                                            Universal Spain


    El tripulante solitario de un velero que navega por el Océano Índico, despierta una mañana y comprueba que la embarcación ha recibido el impacto de un objeto desprendido de la cubierta de otro barco. Como consecuencia, se ha abierto una brecha de importantes dimensiones en el barco. El marinero ha de hacer todo lo posible por salvar vida pues, si nada lo remedia, la embarcación se hundirá.

   Recientemente han aparecido películas de este género. La intriga "contra reloj". Personas que han de ir a gran velocidad para que no suceda lo que parece inevitable. En Corre, Lola, Corre (1998), la actriz Franka Potente tenía 20 minutos para encontrar el dinero y pagar el rescate de su novio secuestrado. En Apocalypto (2006) un joven indio debía escapar de los guerreros mayas y llegar a tiempo para rescatar de un pozo a su familia, habiendo dejado días antes a su mujer a punto de dar a luz. Hitchcock utilizaba cruelmente este recurso para hacer empatizar al espectador con el criminal. Así, muchos respiramos aliviados cuando acabó de hundirse en el pantano el coche con el cuerpo de la mujer asesinada de Psicosis (1960).
   Los fans españoles de Robert Redford, el galán más progre de Hollywood, recordarán sus frases más célebres surgidas de su estrecha colaboración con Paul Newman en los títulos de Dos hombres y un destino (1969) o El golpe (1973). Pero probablemente las recordarán en español y con la voz de otro porque, a diferencia de Latinoamérica, en España hay tendencia a doblar las películas.
   La voz de un actor, tan característa en Redford, lo hace reconocible, es un rasgo de su persona. Eliminándola, se despersonaliza. El realizador de Cuando todo está perdido decidió exluir todos los diálogos de Robert Redford. Por ello, el público sigue la trama con tensíón. Empatiza con el tripulante de la embarcación, porque en ese barco que está incomunicado en medio del océano y que se va a hundir irremediablemente, no va un individuo concreto, sino que a bordo se encuentra todo el género humano.

   Ganadora por el trabajo de Alex Ebert del Globo de Oro a la mejor banda sonora original y nominada al oscar al mejor montaje de sonido, la cinta mantiene al espectador en su asiento pendiente de intriga en progresión creciente. El director es J. C. Chandor. Apúntense ese nombre.

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