lunes, 26 de mayo de 2014

El americano impasible: Los planteamientos morales de Graham Greene (I).


        En 1955, Graham Greene publicó El americano impasible. Narrada desde la óptica de un reportero inglés, explica la llegada a la Indochina de la década de 1950, de Pyle,  que viene como agregado comercial de la embajada de Estados Unidos en Vietnam. Coincidiendo con su llegada, se produce la histórica tragedia de la explosión en el Hotel Continental de Hanoi. Es una de las obras en que Greene expone más ampliamente su pensamiento moral y religioso. El objeto de esta entrada y de las siguientes, es exponer los planteamientos morales que aparecen en el libro, para completar el boceto que venimos dibujando de la persona de su autor.
     
El americano impasible. Dir. Phillip Noyce.
        El acto moral es necesariamente un acto libre.
       El Catecismo de la Iglesia define la esencia del acto moral: Los actos humanos, es decir, libremente realizados tras un juicio de conciencia, son calificables moralmente: son buenos o malos (C.E. 1749). Las circunstancias del acto "malo", pueden hacerlo más o menos "grave", pero no hacen el concepto (C.E. 1754).
      Greene hace de las circunstancias de sus personajes y de los hechos que explica en sus relatos, requisitos del acto moral. ¿Cuál es la consecuencia de este mecanismo? Cuantos más requisitos exige, menos actos humanos son morales, libres, y por tanto, el ser humano es menos libre. Para ello, ha de proponer sus tesis a sus lectores, no buscando la confidencia, sino la complicidad.

          A continuación exponemos los pasajes de El americano impasible que expresan los planteamientos morales del libro:

       1. Sólo hay acto moral cuando se ven las consecuencias dañosas. El contexto es importante: Están hablando tres colonos extranjeros cuando ven pasar a unas jóvenes prostitutas. Estas corren hacia los soldados que acaban de llegar de maniobras. Uno de los extranjeros se lamenta del maltrato y el daño que van a recibir las jóvenes, todo y que no volverá a verlas:
    - Eran tan bonitas.  
    No envidiaba a Granger; se lamentaba pensando que algo bueno y la belleza y la gracia son seguramente formas de bondad— pudiera ser maltratado o estropeado. Pyle era capaz de reconocer el dolor cuando lo tenía frente a los ojos. (No escribo estas palabras con sarcasmo; después de todo, muchos de nosotros no somos capaces ni de eso).
           Esta última frase entre paréntesis no es un mal planteamiento. Al contrario. Reconocer las propias limitaciones es un buen comienzo.


          2. Matar es liberar al otro de todo sufrimiento. Es hacer una obra de misericordia.
             
            El narrador reflexiona que la muerte es más cierta que Dios. La muerte nos libera del dolor de forma radical, Dios no.
    La muerte es el único valor absoluto en el mundo. Basta perder la vida para no perder nunca más nada. Envidiaba a los que podían creer en Dios, y desconfiaba de ellos. Me parecía que trataban de mantener su valor con una fábula sobre lo inmutable y lo permatente. La muerte era mucho más cierta que Dios, y con la muerte ya no existiría la posibilidad diaria de que el amor muriera.

               El futuro de cada hombre es el tedio y la indiferencia. Por ello, dice, Matar a un hombre me parecía concederle con seguridad un beneficio inconmesurable (sic.).

               En consecuencia, la guerra es el mayor acto de amor. "Nunca podría ser pacifista", indica. Sólo queremos a los enemigos, porque los matamos; en cambio a los amigos, nos los reservamos para que sufran :
"Oh, sí, la gente amaba siempre en todas partes a sus enemigos. Solamente preservaban a sus amigos. Los preservaban para el dolor y la vaciedad".
    Conforme avanzó su vida, tenía cada vez menos amigos. Con esa filosofía, ¡quién le guardaría lealtad!
    4. Sobre moral sexual, es significativa la mención en varias ocasiones del informe Kinsey, muy de moda en la época en que se publica El americano impasible. Ese informe consiste en los resultados de un estudio realizado por un sociólogo de U.S.A., Alfred C. Kinsey, quien recogió en kms. de película cinetográfica y de cinta magnetofónica, los testimonios de miles voluntarios sobre su actividad sexual. Recoge testimonios de todas las relaciones sexuales en que una de las partes fuera humana. La conclusión es que todas las clases de actividad sexual son válidas. Todas son moralmente legítimas. 
    En el relato, afirma una evidencia. No todas las relaciones que se generan con ocasión de una guerra son sexuales. Muchas de ellas son únicamente de violencia:
 —Puedes poseer a cien mujeres y seguir siendo virgen, Pyle. La mayoría de los soldados norteamericanos que fueron ejecutados por violar mujeres durante la guerra eran vírgenes.
El americano impasible. Dir. Joseph Mankiewicz. 1958.

             4. Hay acto moral sólo cuando va más allá de la intencionalidad original.  Hay quien lo llama "crueldad innecesaria". Obviamos este vocablo, porque, aunque es expresivo, lleva implícito la existencia de una crueldad "necesaria".
   Y le diré que los otros, también ellos hacen cosas monstruosas. ... Había una muchacha en la morgue...; no solamente le habían cortado los senos; además habían mutilado a su novio y ... 
    En la impostura de Greene, posiblemente hay simulación. En primer lugar, porque el escritor no defiende un sólo error moral, sino que  presenta casi "todos" los errores del s. XX. Difícilmente un escritor tan preclaro en algunos ámbitos de la moral, será tan acrítico con cualquier nueva teoría. En segundo lugar porque, para no creer en Dios, ... lo tiene muy presente. 

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